Un día en la vida de Fer Pita;
No me paso todo el día tocando la viola y fumando. Tengo familia, tengo nenes, una casa y un perro (Blues). El resto, estoy tocando y grabando. Grabando de día y ensayando de noche. Si no salgo a tocar, siempre me invita a tocar alguna banda amiga. Pero siempre estoy con algo, las horas que me quedan le doy a la viola.
¿Quién te introdujo en la música?
En casa éramos tres hermanos. Le compraron la viola al más grande y le pusieron un profesor de música que venía a casa. Le enseñaba por música y partituras. Después arrancó el segundo y por lo tanto me quedó a mi. Nos enseñaba a los tres, un día uno, otro día el otro. El más grande duró una semana, el otro se la bancó un poco más, un mes.
Yo seguí, hice un año con el pibe. Di exámen en un lugar que ibas y había tres viejos que te miraban todo. Tenía que tocar bien, pifiaba y la cagaba. Toqué y pasé a segundo año con el mejor puntaje, diez sobresaliente. Y bueno,… ahí no seguí más. Arranque por mi cuenta, ya tenía una base. Además estaban los beatles y los stones. Así arrancó otra cosa, otro camino.
¿En qué momento te diste cuenta que te ibas a dedicar a la música?
Creo que siempre lo supe. Mi primera banda la tuve a los 17 años, un pendejo de mierda. No me acuerdo el nombre, cantábamos en inglés. Después vos viste como es la música, largás, pasa un año, dos años, seguís tocando, pero nada. Igual siempre estuve tocando. Abajo re under, no nos conocía nadie, pero siempre juntando gente. Dúos, tríos, rock & roll y hasta hice banda de heavy metal.
Antes de hacer heroicos, yo vivía en Sáenz Peña, donde vivían los V8. Tenía una banda con Osvaldito Civile (guitarrista de V8), que después me lo sopló Iorio.
Una vez fuimos a tocar al Borda, a lo que Osvaldito me decía: “No vayamos, no nos van a dejar salir”. Enserio que no quería ir. Además cuando llegamos, en la escalera una de las enfermeras nos confundió con algunos locos de ahí. Casi nos dejan adentro. Fue muy fuerte, tocamos dos rock & rolles y tuvimos que parar porque los locos se dieron vuelta.
Sacando la música, ¿Practicás otra forma de expresión?
Me encanta dibujar. Dibujaba cuando era chico. Dibujaba antes de agarrar la viola, me pasaba horas dibujando. Después me pasé horas tocando la viola, pero antes de agarrar la viola, dibujaba mucho. Me encanta el dibujo.
¿Qué es la música para vos?
Para mi la música es como… “ La Dama cruel”. Me salvó y a la vez me echó a perder (risas). Las dos cosas, “La Dama… Cruel”.
“Bienaventurados sean los que creen sin ver, porque ellos van a ver la gloria eterna.” (Fe ciega – 2000)
¿En qué cree Fer Pita, y cómo se ve reflejado esto en su música?
Religioso no soy, porque la religión es congregarse con la gente. Yo no me congrego, creo en Dios. Cuando uno cree le gusta decírselo a los demás. No soy religioso porque me rompe la bolas andar predicando, odio la del predicador, la detesto.
Pero me pongo en otra posición, ya que cuando se cree explícitamente, te enseñan que tenés que salir a joder al otro, para que se convierta, como una obligación. No hago eso, lo que hago es música, entonces por lo menos tengo la oportunidad con mi música de llegar a cierta cantidad de gente. Aprovecho y mando el mensaje por ahí, por el lado musical. El que la quiere agarrar que la agarre, y el que no la quiere agarrar, que no la agarre.
A los pibes que me vienen a ver les doy rock & roll, que es lo que les gusta. Además te doy otra cosa en la cual yo creo, buena onda, y si querés creer está bueno. Esa frase la saqué de la Biblia, son palabras de Jesús, no cambié nada, no es una expresión mía. Ante esto te voy a comentar que el otro día toqué con Junior de La 25. Yo pensé que iba a pedir un rock and roll, el más podrido, el más viejita y justamente me pide Fe Ciega, te das cuenta.
¿Cómo se conocieron con Segundo?
Segundo tenía una banda en San Fernando con un violero que era alumno mío. Yo ya venía con Heroicos hace 5 años, pero al principio había otro pibe, y cantábamos los dos. Él se fue y quedé cantando yo.
Me acuerdo que un día, en el 92´, alguien tocó la puerta de mi casa en Núñez y apareció uno de mis alumnos, con un tipo atrás que yo no conocía. El tipo este me mira y me dice: “Vos tenés que venir a tocar la guitarra en mi banda” a lo que le dije ¿Vos estás loco?, ¿vos sabés quién soy yo idiota? Y nada, toqué con ellos un sábado en el Roxy de Congreso, estaba hasta las bolas, lleno de gente.
Toqué una vez y después no quise tocar más, a lo que Segundo me dijo “Si vos no vas a tocar en mi banda, yo me voy a cantar a la tuya” (risas).
De caradura entró, y ahí quedó Heroicos.
¿Qué novedades hay con el nuevo CD?
Nos falta un poquito para terminarlo, esta casi todo, nos falta poner las voces y editar el piano. El resto ya está todo grabado. Está bárbaro, tiene un sonido espectacular. Lo estamos grabando con el mejor técnico de Argentina, Adrián Bilbao, que es un capo, un monstruo.
¿Qué va a ser de Heroicos en el 2007?
En marzo, si Dios quiere, salimos con todo. Con el disco tiene que salir a la par un DVD y un video para la tele. Además cerramos dos fechas en el Teatro de Flores.
¿Sentís apoyo de las bandas actuales que nacieron escuchando a Heroicos?
Sí, ahora justamente, mirá el tiempo que pasó, es muy loco. Siempre digo que la justicia es lenta pero llega, estoy asombrado. Jamás pensé que éstos pibes, tanto Junior, Toti o el Pity tuvieran tanta onda.
Al Pity desde que lo conocí que somos amigos. Me invitó a tocar, jamás fui, pero me invita cada vez que toca Intoxicados. Es de esa gente que aunque te la encuentres una vez cada tanto, está todo bien. Es un amigo y un buen tipo.
Me pasó también con los de La 25, jamás pensé que tenían tanta onda. Resulta que ellos me venían a ver cuando eran pendejos. Pasaron 10 años y ya son unos monstruos altos peludos. ¿Cómo te vas a acordar? Si te ponés a pensar, pasaron todos y a mi me encanta, se los dije. El otro día me invitaron a tocar en Temperley. Cuando subí al escenario Junior me dio un abrazo que me partió en dos, un abrazo pero MAL!.
¿Qué pasó durante el tema Rojo y Negro en la cancha de Tigre hace un par de años?
A Segundo lo bajaron del escenario, al costado de la baranda, esquivaba trompazos y cuchillos como Locche. No le llegaron a pegar. Yo estaba con la viola y Segundo es muy pesado, no lo podía subir. Me acuerdo que lo agarró un amigo nuestro que le dicen chiquito, mide dos metros y lo salvó. Lo iban a matar.
Ahí nos fuimos para atrás y yo agarré una silla de metal, esperaba que salten la valla y que vengan. Al primero que venía, amigo o enemigo, le volaba la cabeza. Se escuchaba el ruido de las botellas rompiéndose, venían con los cuellos. Fue terrible. Pero eso son anécdotas malas (risas) pero que la sacamos barata igual viste.
La onda de haber tocado en la cancha de Tigre fue de Pepe, y la consigna era: por favor, ¡No toquen Rojo y Negro! Como los carteles en las casas de música; ¡Prohibido tocar escaleras al cielo(risas)¡ ¡Prohibido tocar Rojo y Negro!
Y no, no íbamos a tocarla. ¿Para qué? Ya habíamos tocado todo el recital, estábamos en el final. A lo que Segundo me dice:
- “…ah no vas a tocar, ¡sos un cagón!”
¿A quién le dijiste cagón?, (simula rasguear una viola). Pepe atrás se arrancaba los pelos. Pero tuvo que meterse, ya estábamos tocando.
Hay una leyenda que dice que los Ratones les bajaron el pulgar a los Heroicos, ¿Es verdad?
Mirá, al estudio en el que estamos grabando Apócrifos, va Juanse, que produce a una mina que canta. Me enteré que le dijo al técnico que nosotros sí que tenemos bien puesto el nombre, porque cuando ellos salieron nosotros ya estábamos.
En esa época no era como ahora, ahora es mucho mejor, hay muchas más bandas. No existía el rock & roll, eran los 80, todo era pop y disco, hasta los redondos cambiaron la música, la hicieron otra cosa. Por eso yo lo quiero a Pappo, porque el tipo tocaba rock & roll cuando no había una puta banda de rock & roll. Yo salí con Heroicos y cuando hablé con las discográficas, que eran tres tipos que manejaban todo, me dijeron que ya había una banda de rock & roll. Tenían una y no necesitaban dos. Por eso dicen que Juanse nos mandó a la B, pero no es así, era o vos o yo. No hubo una mala onda con Juanse ni en pedo. La cosa fue así, no fue Juanse, sino el tiempo y el momento en que estábamos. Eran dos bandas y había que elegir a una.
Por El Banquito Verde.