Girando por New York

En New York se vive bien, de eso no hay dudas. Por lo menos yo vivo bien y cuando digo bien me refiero al estado espiritual de mi persona. Tengo un modesto pero entretenido trabajo, el cual me obliga a levantarme todos los días a las 10 de la mañana, bastante temprano pero no me quejo. De ahí un buen café y emprendo mi caminata diaria al laburo. Tengo la suerte de trabajar de lo que me gusta, básicamente eso es lo que me mantiene temporalmente alejada de mi querida Buenos Aires. Trabajo en una tranquila galería de arte en Chelsea, nada del otro mundo. Por lo general no hay mucho movimiento, lo cual me permite pintar, leer o lo más complicado, escribir. La dueña de la galería es una española con muy buena onda que me alienta para que trate de pintar más. Hace un par de semanas, me dijo que colgara una pintura mía que le gusta mucho, lo hicimos pero sigue ahí, no es una de las más vistas ni mucho menos, pero tengo fe en que se va a vender.

Salgo del trabajo a las 5 de la tarde, o sea que solo trabajo 6 horas por día, lo que me permite disfrutar de la ciudad al máximo. Por suerte estamos en primavera y se acerca el veranito, en esta época es un placer salir a caminar por la gran manzana. Hoy salí más temprano porque tenía una presentación en la universidad, y cuando terminé, todavía estaba el sol bien arriba, entonces llamé a un amiga y fuimos dar una vuelta por el Central Park, nunca es mal momento para darse una vuelta por el Central. Después fuimos a tomar algo por el SOHO, pero estaba muerta así que me despedí y me fui a casa, un diminuto depto en el East Village. Es chico pero el barrio es lo más, estoy a una cuadra de la St Marks Pl donde me paso los días en un café sentada como en casa. A todas horas hay alguien conocido hablando de algo interesante.

New York esta bueno, buenísimo. La onda de la ciudad y sobre todo de la gente, los lugares que hay para ir y que se van conociendo a través de meses girando por ahí. Nada tiene que ver el venir una semanita de turista con estar viviendo acá, uno con el tiempo empieza a ver una ciudad totalmente distinta y mucho más interesante.

Priscila.

Fotografía: Henry Peace - New York - Abril 06