Indio, Ca. (Enviado Especial) El caluroso desierto californiano es desde hace ya 8 años el lugar elegido para el Coachella Valley Music & Arts Festival, un mega evento de 3 días que reúne año a año a miles de jóvenes de todas partes del mundo.
El día arranco a las dos de la tarde con una larga fila de media hora para poder entrar desde el “insite camping” hasta la zona del festival, los 30 grados de temperatura con el sol en la nuca eran agobiantes para empezar el día. Después de una exigente pero respetuosa revisión pudimos entrar a los campos de polo donde están dispuestos los escenarios. El lugar es deslumbrante, su variedad de contenidos y aspecto de gran circo sorprende hasta el más indiferente. Como su nombre lo indica, el arte se ve a los cuatro lados y uno no deja de maravillarse viendo grandes obras de distintos tipos, en su mayoria intercactivas para que todo el mundo pueda disftrutarlas de la mejor manera.
Después de divertirme un buen rato mirando las diversas atracciones, obras de arte (paneles solares con forma de girasoles que siguen al sol) o gente divirtiéndose, llego la hora de la música. La primera banda fue Of Montreal, una banda en pleno ascenso creada por Kevin Barnes. Con una excelente producción y puesta en escena motivó a saltar a más de uno. Los integrantes maquillados al mejor estilo Miranda dieron todo lo que tenían en 50 minutos de show, con un sonido poderoso y excelente actitud cumplieron a la perfección lo programado por ellos, por lo menos esa era la impresión, y tanto la banda como el publico se fueron muy satisfechos.
A las 6 y media de la tarde aparecieron en el escenario principal los Arctic Monkeys. Los niños mimados del rock británico no se conforman únicamente con haber sacado (casi al mismo tiempo) 2 excelentes discos, sino que demostraron todo lo que pueden dar en vivo sobre el escenario; un show cargadísimo de energía. El público estaba lleno de europeos y fue el más variado de la tarde, lo más parecido a un pogo argentino que se pudo ver en Coachella, la gente saltó y empujó a más no poder en el rojizo atardecer.
El frenesí rockero siguió de la mano de The Jesus and Mary Chain, la legendaria banda conformada por los hermanos Jim y William Reid estuvo separada por varios años a partir del 99, reencontrándose un par de meses atrás sorprendió a sus seguidores tocando varios temas nuevos. La apática actitud de la banda no quita su solidez a la hora de tocar y conmover, de otra manera, a sus fanáticos. La sorpresiva aparición de Scarlett Johanson para acompañar en la voz en “Just like Honey” dio casi por terminado el show.
De traje, como de costumbre, aparece en escena INTERPOL juntando la máxima cantidad de espectadores para esa hora, la banda de rock neoyorquina dio una perfecta demostración de experiencia arriba del escenario. Los liderados por Paul Banks hicieron gritar a toda la platea femenina de principio a fin. Con un prolijo repertorio los trajeados rockeros no se querian ir al grito de “One more song, one more song.”
De ahí corriendo a Sonic Youth para terminar la noche, solo quedaban 25 minutos para ver a una banda de culto, la cual no podia dejar de deleitarme viendo a Thurston Moore, Lee Ronaldo, Kim Gordon y Steve Shelley hacer gritar sus guitarras. En ese corto lapso tocaron temas de sus trabajos más recientes sin dejar de lado los clasicos acordes de sus albunes pasados. Una excelente forma de terminar un dia cargado de emociones.
El Festival sigue 2 dias más, a seguir disfrutando del espectacular evento.
La foto Alex Turner de los Arctic Monkeys.
3 comentarios:
¿Henry estas a caso en el paraiso?
peace henry peace
YM dice maravillosa experiencia un lujo cultural bravo por estar y disfrutar
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