Consejos
antes de comprar un celular.
(Inspirado en instrucciones para dar
cuerda a un reloj, Historia de Cronopios y famas, Cortázar)
Por Francisco Cappellotti autor del libro "Matar a Borges"
Piensa en esto: cuando te venden un celular, te venden un pequeño infierno
florido, unas hermosas esposas mercantilistas, una jaula ominosa y ficticia
donde quedar sumiso. No te venden solamente el celular, “gracias por su compra
y cualquier inconveniente estamos a su disposición”. No te venden esa maquinita
nueva llena de chiches superfluos, cámaras de fotos y mensajitos de textos. En
verdad te venden los nuevos problemas que andabas buscando o tal vez
necesitando. Te venden un pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que pasa a
ser una porción más de tu cuerpo, que hay que atar a la cintura con su correspondiente
funda como una hiedra que se aferra a los muros de tu prisión. Te venden la
necesidad de cargar su batería día a día, de regarlo como si fuese tu planta
tan mentada. La obligación de darle energía día por medio para que siga siendo
TU celular; te venden la obsesión de mantenerlo con crédito para que vos mismo
tengas crédito con los demás, no vaya a ser que la gente divulgue “ese rata
siempre sin poder hacer llamadas”. Te venden el egoísmo de no facilitárselo a
los demás y de mirar con cara de pocos amigos a aquél que inevitablemente se lo
debiste prestar. Te venden el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se
te caiga al suelo y se rompa –y esto sería fatal si no tenés o mejor dicho si
no pagás su correspondiente seguro-, también te venden la terrible preocupación
de que te lo olvides, de estar pendiente de su señal, de su cargador, de lo que
llevás gastado o consumido, la angustia de no poder hacer llamadas, la angustia
de recibir llamadas que te quitan tu propia libertad, te venden una correspondiente
factura mensual con inexplicables aditivos, te venden una burocracia que hasta
el momento no necesitabas y sin embargo sobrevivías, te venden la obligación de
poseerlo para permanecer, para estar dentro y no fuera. También te venden su
marca, y la seguridad que es una marca mejor que las otras, te venden la
tendencia a comparar tu celular con el de los demás (y no digás que no porque
inconscientemente lo hacés), tu celular dice qué tipo de persona eres o no
eres, en sí te venden como un carnero más al correspondiente rebaño.
Por eso cuando te venden un celular, vos eres el vendido, vos quedas a merced y servicio del nuevo teléfono móvil, vos estás a entera disposición de él.
Pueden obtener más información en:http://www.facebook.com/francisco.cappellotti
Por eso cuando te venden un celular, vos eres el vendido, vos quedas a merced y servicio del nuevo teléfono móvil, vos estás a entera disposición de él.
Pueden obtener más información en:http://www.facebook.com/francisco.cappellotti
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