Yo le dije cómo está usted, señor, y él me dijo llámame Quim, nada de señor, en esta casa esos formalismos no se estilan. Al principio no entendí como quería que lo llamara y dije ¿Kim? (he leído a Rudyard Kipling), pero él dijo no, Quim, diminutivo de Joaquín en catalán.
-Pues órale, Quim -dije con una sonrisa de alivio, incluso de alegría-. Yo me llamo Juan.
-No, mejor a ti te sigo diciendo García Madero. Todos te llaman así -dijo él.
ds
-Pues órale, Quim -dije con una sonrisa de alivio, incluso de alegría-. Yo me llamo Juan.
-No, mejor a ti te sigo diciendo García Madero. Todos te llaman así -dijo él.
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