Por supuesto que no puedo aseverar que realmente esté con vida ya que no lo toqué ni lo pienso tocar. Ahora que lo pienso es obvio que alguien lo pegó con cinta scotch. No puede bajo ningún aspecto ese caracol haber llegado a donde llegó. No hay explicación posible para lo que está sucediendo. Es más, ahora que lo recuerdo había contado hace no más de dos días cuantos caracoles tenía y no sé porque, pero me pareció que faltaba uno, si, me faltaba un caracol.
Probablemente todo esto sea una fabula y mi novia me haya pegado el caracol al equipo de música, seguramente al ver los inertes crustáceos pensó en jugarme una broma pesada e ilusionarme con ver un animal que hasta ayer pareció muerto, vivo.
Esta teoría la voy a confirmar mañana, pero que podemos esperar si toda esta conjetura es solo producto de mi mente y el caracol está realmente en forma como para subir por el vertical minicomponente. Estos simpáticos seres tienen la característica de dejar su legado al morir, para que los transeúntes playeros los recojamos como suvenires de nuestras recientes vacaciones, y nunca vienen mal como decoración. Pero es posible que después de 10 días de haberlo levantado de la mansa arena este ínfimo caracolino haya recobrado sus fuerzas? Todo es posible en el reino del señor.
El paso de los días nos dará una o más respuestas a tantas preguntas e intrigas. Solo espero que sus compañeros y amigos caracolinos sigan el ejemplo de su líder y conformen una nueva generación de crustáceos urbanos.
1 comentario:
jejeje larga vida al caracol!!!!!
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