Probablemente si ni siquiera se nos ocurre un tweet muchísino menos se nos ocurriría un post de un blog del futuro. De todas maneras y mucho más allá del mundo del siglo veintidós nos atreveríamos a recordar el extraño suceso nunca bien contado de la recurrencia vívida del adulto Harold, el apartado, por momentos captado por los sonidos intermitentes pero constantes de la vieja construcción latina en el antiguo molino del lejano castillo, donde por momentos se disputaba la realidad misma, el sentido de la centuria con sus tranquilas atrocidades. Lo próximo cercano se inmiscuía en la oscuridad del más extraño ser sumido en las lumínicas y extremas probabilidades acechando en la lejanía cercana, con la inminencia más latente. El implicado se mueve inesperadamente al acecho del acontecimiento, su pueblo lo admira burlonemente en el momento en el cual la tierra vibra y el cielo cruje.
